Me fascinan sus fotografías. Son cuentos en un instante. Mi imaginación se dispara cuando las observo.
Hablo del trabajo de la joven fotógrafa húngara Sarolta Bán.
Ella confiesa haber llegado a este mundo por casualidad y pura experimentación. Se declara autodidacta,amante de la naturaleza y la obra de Chema Madoz, Premio Nacional de fotografía.
Le gusta dar forma a su imaginario particular, para crear escenarios inexistentes donde dejar anidar sueños.
Si pudiese tener un superpoder, sería hablar el lenguaje de los animales; en eso coincidimos. A mi también me gustaría.
Puedes comprar su obra aquí www.saroltaban.com/