LA BELLEZA Y EL AMOR. UN MICRORRELATO Y UN POEMA DE RUMI
Hacía tiempo ella se
había comprometido con la verdad.
Sabía que ello implicaba
renuncias dolorosas, sin embargo había aprendido a ser como el agua del río
adaptándose a los obstáculos del camino con el único objetivo de llegar al mar.
Esta vez era
diferente. Su alma se había divido en dos. No lograba hablar con el viento. Ni
escuchar las estrellas. Solo sentía un enorme caos en su interior. Como el
revolotear de las hojas en las tardes de otoño. Huir era la única opción. Huir
del caos, del otoño, del silencio de las estrellas, de aquella extraña. De él.
Pero cuánto más trataba
de alejarse más cerca se sentía del caos, del otoño, del silencio de las
estrellas, de aquella extraña. De él. Y todo empezaba de nuevo. Como un extraño ritual de iniciación de
lejanas tierras.
Deseaba volver al calor
del hogar. Peinar su alma. Hilvanar el corazón. Alejar las cenizas de la
batalla. Recordar lo olvidado en lo profundo.
Danzar con la lentitud
de la hoguera de las emociones cristalinas.
Sentir la brisa del
atardecer en la orilla del océano.
Pulir cada poro de su
piel. Dejarlos al sol del amanecer.
Y en el silencio de la
noche reencontrarse. Reencontrarse con los veranos perdidos, el chocolate
humeante, la ternura que abrigaba su pecho.
Lo bello escondido tras
sonrisas sinceras. Corazones honestos. Cantos de golondrinas. Almas sin orillas
que miran más allá.
Recordó las palabras del
poeta Rumi:
"Siempre que la belleza
mira,
el Amor está allí;
siempre que la belleza
muestre una mejilla sonrosada
el Amor enciende su
fuego con esa llama.
Cuando la belleza mora
en los oscuros vallecitos de la noche
el Amor viene y
encuentra un corazón
enredado en los
cabellos.
La Belleza y el Amor son
cuerpo y alma.
La Belleza es la mina,
el Amor el diamante.
Juntos han estado
desde el principio de
los tiempos,
lado a lado, paso a
paso.
Deja tus preocupaciones
y ten un corazón
completamente limpio,
como la superficie de un
espejo
que no contiene imágenes.
Si quieres un espejo
claro,
Contémplate.
Mira la verdad sin
vergüenza,
Reflejada por el espejo.
Si se puede pulir el metal
hasta asemejarlo a un
espejo
¿Qué pulido podría
necesitar
el espejo del corazón?
Entre el espejo y el
corazón
ésta es la única
diferencia:
el corazón oculta secretos,
pero el espejo no"
Se miró al espejo.
Y volvió al jardín de
las emociones cristalinas.
No había caos.
Solo un nuevo comienzo
Y el sentir de un alma
pura acercándose al alfeizar de su inocencia.
Por Marta Palacios