Si algo me ha enseñado la vida es que no hay fórmulas mágicas para ser FELICES.
La felicidad es un estado interno del alma que puede entrenarse, practicarse y hallarse. Y por ese hallarse me refiero a emprender el viaje de la búsqueda interna a esos lugares recónditos donde reside la fuente de sabiduría particular de cada uno; porque la felicidad se asienta en la reflexión profunda del YO SOY
Cuando decidimos emprender ese viaje es importante meter en nuestra maleta vital las herramientas necesarias que nos allanen el camino de vuelta a casa
Los suecos los saben bien, por eso año tras año el país escandinavo encabeza la lista de los más felices del mundo
Ellos definen este concepto con la palabra LAGOM que bebe de fuentes del taoísmo y viene a significar algo así como "en su justa medida" o lo que es lo mismo "el valor de la moderación"
Porque cuando de viajes se trata, aun siendo metafóricos, no hay nada mejor que ir ligeros de equipaje
El decálogo de la filosofía LAGOM es:
1. Vive en una casa ordenada solo con lo necesario para que puedes estar confortable y dejando a un lado lo superfluo o sobrecargado
2. Aprende a priorizar
Establece un orden de prioridades y concéntrate en lo esencial
3. Intenta llevar una vida sostenible respetando el medio ambiente
En la medida de lo posible no utilices materiales no reciclables como los plásticos
No desperdicies el agua
Haz un uso responsable de la electricidad dentro del hogar...
4. Apúntate al consumo responsable
Cómprate solo aquello que necesites de verdad y dale la espalda a las falsas necesidades creadas por esta sociedad de consumo que basa su existencia en que tú CONSUMAS COMPULSIVAMENTE
Este comportamiento es el que está diezmando el planeta
5. Haz detox digital y tecnológico
Si te lo puedes permitir, sumérgete varias horas al día en la vida off line
O DESCONÉCTATE TODO UN FIN DE SEMANA
6. Dedícate tiempo solo para ti
Es la vía directa para encontrar el equilibrio interno
7. Medita
Diez minutos al día de mindfulness son suficientes para eliminar la basura mental
8. Practica la SLOW LIFE
Piérdete en los placeres cotidianos: saborear un buen café, una ducha reconfortante, un paseo...
9. Practica el silencio y la escucha activa
Habla menos y escucha más a los demás
10. En definitiva, sé más consciente de tus emociones, tu cuerpo y tu bienestar