KINTSUGI, EL ARTE DE REPARAR LAS FRACTURAS CON ORO
Hace 500 años en Japón, la tierra del sol naciente, el misticismo, los samurais y los cerezos en flor, surgió la técnica del KINTSUGI el arte de reparar fracturas de vasijas de cerámica con polvo de oro
Según relatan los historiadores de la época cuando al señor feudal Ashikaga Yoshimasa se le rompió su apreciado cuenco de la ceremonia del te, lo mandó llevar a reparar a China. En el país vecino solo le pusieron dos grapas de metal. Descontento con el resultado, Yoshimasa buscó entre los artesanos de su tierra. Uno de ellos dio con la solución definitiva y de enorme belleza
Con esmerado cuidado, unió las piezas de nuevo con pegamento y polvo de oro devolviendo la forma al cuenco y dotándolo de un halo cautivador. Ahora las fracturas eran como ríos de oro corriendo por la cerámica
Así deberíamos hacer con nuestras heridas, sobre todo las más profundas, las que nos fragmentan en mil pedazos. Esas de las cuales creemos no vamos a recuperarnos. Esas que deforman quienes éramos y al mismo tiempo nos obligan a reconstruirnos o por el contrario, en el peor de los casos, a amargarnos